24 agosto 2009

ES LUNES DE UN AGOSTO

y no se asoman más palabras
que tímidas sílabas sin prisa.

Llueve
y la tierra se evapora.

(No tengo ganas de escribir.
Letras que se borran
y saltan equívocas
y asonantes metáforas).


Llueve.
El cielo se deslava.
Límpida tarde se descubre
en ocaso de humedades.

(Tampoco escribiría
si ella estuviera

haríamos el amor
como en otras lluvias
en el quinto piso
y en el cuarto azul).

17 agosto 2009

OTRA VEZ EL INSOMNIO

El frío resbala por los cristales de la noche.
Los asaltantes de la penumbra quiebran el silencio
y retiemblan sus pasos
sobre los pasillos recién bañados de neón.

Todos duermen.
Te llamo desde el profundo sur de mis latidos
desde el precipicio izquierdo de mi cuerpo
donde se hunden las palabras que no llegan a tu geografía.

Todos duermen.
Y otra noche que adivino asaltada de luciérnagas
cubre la fatiga de tus horas.
Es la distancia un muro indestructible
silencio ensordecedor como ráfaga de aullidos
que cubre mi voz sobre la cama.

Todos duermen.
Tu duermes y la madrugada te cobija.
¿Quién detiene los segundos de tu rostro en sus pupilas
mientras vas al sueño?
¿Quién ladrón asalta tu figura y abre la valija de tus ojos
para llevarte por la noche?
¿Quién espera la mañana para soltarte el amanecer
con las manos extendidas?
¿Quién aprendió tu nombre para que no digas el mío?

Nada sabrás de esta noche
de esta oscuridad sin tí
y de mis manos hastiadas del vacío
de mis hombros sin tu pelo
de mis pies cansados sin tus pasos
de mis sexo dormido de esperarte.

Nada sabrás
porque van mis palabras nómadas
perdidas en el trazo de la bóveda celeste
y no sabemos de tí
ni mis labios ni sus besos inmóviles y amotinados.
y te extrañan los contornos de mi cuerpo
y mi dedo índice que sabe de memoria tus recónditos placeres.
Extraño el goce de tu pecho
que asoma en el pezón endurecido
tu sexo de flor al mediodía
tu llanto que bebí para embriagarme de nostalgia.

Nada sabrás
de esta oscuridad
de esta negra redundancia
en los rincones de mi voz sin tus oídos.
Nada sabrás
porque amanece
nada sabrás
porque este es el fin
y no estás
esto es todo.
Todo.

03 agosto 2009

TUS LABIOS SOLTARON EL ADIÓS

y te llevaste todo.
Dejé que te fueras y cerré la puerta.

Profundo desierto es mi cuerpo de abrazos caídos
con noctámbulos insomnios y lánguidos amaneceres.

Te llevaste todo
envuelto en un paño de olvido entre tus cosas.

Solo recojí silencios y oscuridades
y estos poemas que ya no te pertenecen
y nunca
nunca sabrás que fueron tuyos.