29 agosto 2010

DEDÍNTIMO

Tu dedo
que voltea páginas de libros
y advierte inquisidor el polvo de los muebles
detiene el horizonte
señala autobúses
y sabe de memoria telefónicos números.

Ese tan acusador que presume de uña y medialuna
absorbe la duda en un señalamiento
y teológico mantiene en equilibrio el cielo.

Dedo de asamblea
que gusta de tocarme superficies
y repasarme los párpados cerrados
el rival más temible que conozco.

Índice tuyo
perfecto oculto en sus barnices
aparente ingenuo
entregado a sus labores afirmativas.

Tu dedo
breve hipócrita
que me sustituye en las ausencias
y hace el delirio frecuente de tu sexo
.                                                                        cómplice.