y no se asoman más palabras
que tímidas sílabas sin prisa.
Llueve
y la tierra se evapora.
(No tengo ganas de escribir.
Letras que se borran
y saltan equívocas
y asonantes metáforas).
Llueve.
El cielo se deslava.
Límpida tarde se descubre
en ocaso de humedades.
(Tampoco escribiría
si ella estuviera
haríamos el amor
como en otras lluvias
en el quinto piso
y en el cuarto azul).